Este método se conoce comúnmente como refinanciamiento de "sacar dinero" o "cash out refinancing" en inglés, y es una estrategia que los inversionistas de bienes raíces utilizan para liberar capital de las propiedades que ya poseen para poder invertir en nuevas propiedades. Aquí te describo paso a paso cómo funciona:
Adquisición de una propiedad: Primero, el inversionista compra una propiedad, generalmente a un precio por debajo del valor de mercado. Esto puede ser a través de ahorros propios, un préstamo hipotecario, inversores privados, etc.
Aumento del valor de la propiedad: A continuación, el inversionista puede optar por realizar mejoras en la propiedad para aumentar su valor. Este es un paso opcional y depende de la estrategia individual de cada inversionista.
Refinanciamiento: Una vez que la propiedad ha aumentado de valor (ya sea debido a mejoras en la propiedad o debido a la apreciación del mercado), el inversionista refinancia la propiedad con un nuevo préstamo hipotecario. Este nuevo préstamo se basará en el valor de mercado actual de la propiedad, que ahora es más alto.
Sacar dinero: La cantidad del nuevo préstamo será mayor que la cantidad que el inversionista todavía debe del préstamo original. Esta diferencia es el "dinero sacado" que el inversionista puede usar para lo que quiera, incluyendo el pago inicial de una nueva propiedad.
Repetir: Una vez que el inversionista ha comprado una nueva propiedad con el dinero sacado del refinanciamiento, puede repetir el proceso con la nueva propiedad, creando un ciclo de compra, mejora, refinanciamiento y compra nuevamente.
Es importante tener en cuenta que aunque esta estrategia puede ser rentable, también conlleva riesgos. Si el valor de las propiedades disminuye o si las tasas de interés aumentan, el inversionista podría encontrarse en una situación en la que debe más dinero del que vale la propiedad. Además, es esencial tener en cuenta los costos de transacción, como las tarifas de cierre, que pueden acumularse con cada refinanciamiento. Como con todas las inversiones, es fundamental investigar y entender completamente los riesgos antes de emprender una estrategia de este tipo.
Vamos a analizar cómo funcionaría la estrategia en el escenario que mencionas:
Adquisición de una propiedad: Inicialmente compraste una propiedad por $106,900. Dado que el valor de mercado de la propiedad era de $121,436 en ese momento, parece que conseguiste un buen trato.
Pago del préstamo: Has estado pagando tu préstamo hipotecario y has reducido la deuda a $67,362.33.
Aumento del valor de la propiedad: La propiedad ha aumentado de valor con el tiempo, y ahora vale $130,000 en el mercado actual.
Refinanciamiento: Ahora puedes buscar un refinanciamiento de la propiedad. Dado que la propiedad vale $130,000 y sólo debes $67,362.33 en tu hipoteca, podrías ser capaz de conseguir un nuevo préstamo basado en el valor actual de la propiedad.
Supongamos que tu banco te ofrece un refinanciamiento del 80% del valor de mercado de la propiedad. Eso sería 0.80 * $130,000 = $104,000.
Sacar dinero: Si aceptas el nuevo préstamo de $104,000, podrías usarlo para pagar el resto de tu hipoteca original, que es $67,362.33. Después de pagar tu deuda original, te quedarías con $104,000 - $67,362.33 = $36,637.67.
Este dinero extra que "sacas" del refinanciamiento, puedes utilizarlo para la prima de una nueva propiedad o para lo que desees.
Por último, es importante tener en cuenta que existen costos de cierre con
Lo siento por la confusión anterior. Parece que inicialmente compraste la casa por $106,900, y has pagado $67,362.33, dejando una deuda actual de $39,537.67. Ahora la propiedad se ha valorizado y vale $130,000. Aquí está cómo funciona la estrategia en este caso:
Adquisición de una propiedad: Compraste una propiedad por $106,900. El valor de mercado de la propiedad era de $121,436 en ese momento.
Pago del préstamo: Has estado pagando el préstamo hipotecario y has reducido la deuda a $39,537.67.
Aumento del valor de la propiedad: Con el tiempo, la propiedad ha aumentado de valor y ahora vale $130,000 en el mercado actual.
Refinanciamiento: Ahora puedes buscar un refinanciamiento de la propiedad. Dado que la propiedad vale $130,000 y sólo debes $39,537.67 de tu hipoteca, podrías ser capaz de conseguir un nuevo préstamo basado en el valor actual de la propiedad.
Supongamos que tu banco te ofrece un refinanciamiento del 80% del valor de mercado de la propiedad. Eso sería 0.80 * $130,000 = $104,000.
Sacar dinero: Si aceptas el nuevo préstamo de $104,000, podrías usarlo para pagar el resto de tu hipoteca original, que es $39,537.67. Después de pagar tu deuda original, te quedarías con $104,000 - $39,537.67 = $64,462.33.
Este dinero extra que "sacas" del refinanciamiento, puedes utilizarlo para la prima de una nueva propiedad o para lo que desees.
Recuerda, existen costos de cierre con el refinanciamiento y posiblemente un aumento en la tasa de interés o en el tiempo de la hipoteca, dependiendo del acuerdo al que llegues con tu banco. Así que es importante calcular todos esos factores al considerar esta estrategia.
Aquí te explico las principales diferencias entre el refinanciamiento de una hipoteca existente y la obtención de una nueva hipoteca para comprar una nueva propiedad:
Propósito: El refinanciamiento se realiza para reemplazar un préstamo existente con uno nuevo que tenga términos más favorables, como una tasa de interés más baja o un plazo de reembolso más largo. También se puede usar para "sacar" dinero de la equidad de la casa para usar en otras cosas, como la compra de una nueva propiedad. Por otro lado, una nueva hipoteca se obtiene específicamente para financiar la compra de una nueva propiedad.
Equidad: Para refinanciar, necesitas tener suficiente equidad en tu propiedad actual. Esto significa que el valor de la propiedad debe ser significativamente mayor que la cantidad que aún debes en la hipoteca. Para una nueva hipoteca, tu equidad en cualquier propiedad existente no suele ser relevante, a menos que estés utilizando esa equidad como parte de tu pago inicial.
Aprobación: El proceso de aprobación para un refinanciamiento puede ser más fácil si ya tienes una relación con el prestamista y has demostrado que puedes realizar los pagos de la hipoteca a tiempo. Sin embargo, para una nueva hipoteca, el prestamista evaluará tu solvencia y capacidad de pago en función de tus ingresos, crédito y otros factores.
Riesgo: Refinanciar una propiedad existente para comprar una nueva puede aumentar tu deuda y potencialmente poner en riesgo ambas propiedades si no puedes realizar los pagos. Obtener una nueva hipoteca para una nueva propiedad limita el riesgo a esa propiedad.
Costos: Ambos procesos conllevan costos, como las tarifas de solicitud, las tasaciones, las primas de seguro hipotecario y otros costos de cierre. Estos deben tenerse en cuenta al tomar una decisión.
La elección entre refinanciar y obtener una nueva hipoteca depende de tus circunstancias financieras personales, tus objetivos y la cantidad de riesgo que estás dispuesto a asumir. Es aconsejable hablar con un asesor financiero o un corredor de hipotecas para entender completamente tus opciones y tomar la decisión más informada posible.
¡Claro! Vamos a pensar en esto como si estuvieras jugando con bloques de construcción.
Refinanciamiento: Imagina que ya tienes una torre de bloques que has estado construyendo (tu casa actual). Pero ahora quieres hacer una torre más grande (refinanciar para obtener más dinero).
Ventajas:
- Puedes obtener más bloques (dinero) sin tener que comenzar una nueva torre desde cero.
- Si has sido bueno construyendo tu torre hasta ahora (haciendo pagos a tiempo), es probable que te den más bloques fácilmente.
Desventajas:
- Si decides hacer tu torre más grande, ahora tienes más bloques que cuidar. Si por alguna razón los bloques se caen (no puedes hacer tus pagos), puedes perder todos tus bloques.
- Además, cambiar tu torre (refinanciamiento) puede costarte algunos bloques (costos de cierre).
Nueva hipoteca: Imagina que en lugar de hacer tu torre existente más grande, decides comenzar una nueva torre (comprar una nueva casa).
Ventajas:
- Comienzas una nueva torre con nuevos bloques (dinero), por lo que si algo sale mal con la nueva torre, la torre vieja (tu casa actual) no se ve afectada.
- Puedes decidir cuántos bloques quieres para tu nueva torre basado en lo que puedes manejar.
Desventajas:
- Necesitarás demostrar que puedes manejar dos torres al mismo tiempo (manejar dos pagos de hipoteca).
- También podrías necesitar más bloques para comenzar una nueva torre (costos de cierre y pago inicial más grande).
¡Espero que esto te ayude a entenderlo un poco mejor! Recuerda, siempre es importante pedir ayuda a un adulto (un asesor financiero) cuando estás jugando con cosas importantes como bloques (tu dinero).